jueves, 24 de abril de 2008

Lucha de banderías en el siglo XXI


Año 1470. Gracias al soldado e historiador Lope García de Salazar y sus relatos desde el presidio en la Torre de Muñatones, sabemos que las luchas entre banderías comenzaron con fuerza en el siglo XIV y supusieron la primera crisis del sistema feudal en la península, deviniendo en el éxodo del campesinado a las villas. Las luchas por el poder entre la nobleza y la fuerte presión fiscal consiguieron aburrir al pueblo llano, dejando vacía las zonas en conflicto. Y el punto de partida tuvo lugar en Bizkaia.

538 años más tarde, se vislumbra una nueva lucha entre señores de Bizkaia, en la que entra en liza la pugna por el liderazgo de un partido sumido en una profunda crisis, dónde un día unos cojen el timón de la nave y al siguiente se amotina toda la tripulación. Si ya lo decía el diputado Erkoreka, cuando instaba a Zapatero a "aventurarse" y "sacar los barcos del puerto". Lo que no suponía el parlamentario jeltzale es que la tempestad la tenía en casa.

Ayer mismo comentaba el Diputado General de Bizkaia, José Luis Bilbao que el futuro de Euskadi pasaba por un entendimiento global entre socialistas vascos y nacionalistas. Echaba así por tierra la fórmula del tripartito, que todos consideramos agotada hace ya tiempo (si es que tuvo sentido algún día, fueraparte la de sumar fuerzas contra todos) e instaba a su partido a virar bruscamente con barlovento. "Si hay viento favorable, nos serviremos", debió pensar Bilbao.

Pero en mi mente siguen clavadas las imágenes de éste, exultante con los resultados de las elecciones municipales de 2003 y con ganas de dirigirse al frente en solitario sin contar con nadie más, evidenciando una soberbia opuesta a todo diálogo, pues se sentían mayoría y sin aparentes luchas intestinas. Ahora que soplan aires de cambio, ahora que la sociedad vasca habla sin estridencias, con fuerza y convicción, demostrando que es plural y diversa, que quiere entendimiento y diálogo entre las fuerzas políticas, que busca, en definitiva, otro talante...ahora es cuando el PNV no se pone de acuerdo y, mientras uno buscan dar el giro definitivo, otros siguen empecinados en planes y estrategias, llegando a una nueva lucha entre señoritos, en Bizkaia, 500 años más tarde.

3 comentarios:

gsantamaria dijo...

Veo miedo real entre las gentes del Partido Feudalista Vasco... mucho miedo.

Sus cabezas pensantes saben que ya les queda muy poco voto batasuno por rascar, por lo que la estrategia radical tiene poco futuro, y que sólo les queda intentar retener el voto moderado dispuesto a cambiar mediante un desesperado giro a la centralidad política que, visto lo visto, es una tarea harto difícil, salvo una previa purga interna.

Han perdido la percepción social de centralidad, han perdido el voto joven... y aún no han perdido todo :-)

Joaquín Rodríguez dijo...

La del PNV es una historia de miedo a decir la verdad, que es un rtido tradicional, confesional y de derechas, por mucho que traten de revestir sus políticas con un halo de vanguardia social que no es tal.

Estoy plenamente de acuerd contigo, aún no han perdido todo el voto joven, y eso que son un poco carcas ;)
Saludos!

gsantamaria dijo...

¡La vanguardia social del PNV se llama Javier y se apellida Madrazo! Con eso queda todo dicho...

En cuanto al voto joven, terminarán por votarle únicamente las Igones y los pequeños monaguillos de la ikastola Lauaxeta. El voto joven urbano, sin lugar a dudas, lo han perdido.